jueves, 5 de diciembre de 2019

         El País De Los Inventos
                                     
                                    
Había una vez un niño llamado Juan que cuando estaba pequeño oyó hablar del país de los Inventos, pero las maravillas que oyó le sonaron tan increíbles que quedaron marcadas para siempre en su memoria. Así que desde que era un niño, no dejó de buscar e investigar cualquier pista que pudiera llevarle a aquel fantástico lugar.
Leyó cientos de libros de aventuras, de historia, de física y química e incluso música, y tomando un poco de aquí y de allá llegó a tener una idea bastante clara de la Isla de los Inventos: era un lugar secreto en que se reunían los grandes sabios del mundo para aprender e inventar juntos, y su acceso estaba totalmente restringido.
Para poder pertenecer a aquel selecto club, era necesario haber realizado algún gran invento para la humanidad, y sólo entonces se podía recibir una invitación única y especial con instrucciones para llegar al país.
Luca pasó sus años de juventud estudiando e inventando por igual. Cada nueva idea la convertía en un invento, y si algo no lo comprendía, buscaba quien le ayudara a comprenderlo. Pronto conoció otros jóvenes, brillantes inventores también, a los que contó los secretos y maravillas de la Isla de los Inventos.
También ellos soñaban con recibir "la carta", o la invitación. Con el paso del tiempo, la decepción por no recibirla dio paso a una colaboración y ayuda todavía mayor, y sus interesantes inventos individuales pasaron a convertirse en increíbles máquinas y aparatos pensados entre todos como autos voladores, máquinas del tiempo, etc.
Al día siguiente se reunieron en casa de Juan, que acabó por convertirse en un gran almacén de aparatos y máquinas, sus inventos empezaron a ser conocidas por todo el mundo, y mejorando la vida de las personas; pero ni siquiera así recibieron la invitación para unirse al club.
No se desanimaron. Siguieron aprendiendo e inventando cada día, y para conseguir mejores ideas, iban con los jóvenes de más talento esto hacia que hubieran más jóvenes que se quisieran unir al club.
 Un día, mucho tiempo después, Juan, ya anciano, hablaba con un joven inteligente a quien había escrito para tratar de que se uniera a ellos. Le contó el gran secreto del país de los Inventos, y de cómo estaba seguro de que algún día recibirían la carta. Pero entonces el joven inventor le interrumpió sorprendido:
- ¿cómo? ¿Pero no es éste el verdadero país de los Inventos? ¿No es su carta una invitación?
Juan miró a su alrededor para darse cuenta de que su sueño se había hecho realidad en su propia casa, y de que no existía mejor País  de los Inventos que la que él mismo había creado con sus amigos. Y se sintió feliz al darse cuenta de que siempre había estado en el País, y de que su vida de inventos y estudio había sido feliz.
                                                                 Fin

miércoles, 30 de octubre de 2019

presentación de un jabón artesanal

      ↠presentación de un jabón artesanal↞
comercial jabón artesanal


                                     😜






estos jabones son artesanales hechos en casa por jóvenes que se esmeraron en presentar este producto
derretimos la glicerina a baño maria, lo puedes hacer en el microondas pero es mas dificil

           le pusimos colorante del color que tu quieras y lo pusimos en moldes de       aluminio,preferentemente hazlo con moldes de silicon ya que te sera mas fácil sacarlos
                                                         por ultimo lo dejamos refrigerar por 3 horas

¿como hacer un jabón artesanal de sosa caustica?
ingredientes:
---medio kilo de sosa caustica                    
---glicerina                                                 
---tres litros de agua                                   
---tres litros de aceite de oliva extra virgen
  Elaboración del jabón de sosa cáustica
  • Disolver la sosa en agua. Se debe agregar lenta y cuidadosamente, para evitar generar vapores tóxicos. El hidróxido de sodio liberará calor durante varias horas, hasta enfriarse definitivamente. Importante: verter la sosa cáustica en el agua y nunca a la inversa. El líquido vertido de forma brusca en soda puede provocar incluso explosiones. Además, la sosa cáustica vertida correctamente dentro del agua aumenta su temperatura por encima de los 80 grados, por lo que es necesario emplear un recipiente resistente al calor (barro, por ejemplo).
  • Cuando la sosa cáustica se haya enfriado, verter el aceite de oliva virgen poco a poco. Es preferible realizar este proceso en un barreño, con cuidado de no salpicar y usando guantes. Remover la mezcla de aceite e hidróxido de sodio con una paleta de madera, siempre en el mismo sentido, durante al menos una hora. Poco a poco, la solución creada empezará a espesarse.
  • Una vez el jabón artesanal se ha endurecido lo suficiente, aunque conserva su maleabilidad, es el momento de añadir el toque personal: como ejemplos, se puede optar por la arcilla el jugo o la esencia de alguna fruta o el jugo de alguna planta, ya sea aromática o con propiedades medicinales, como la aloe vera.
  • Mientras la solución continúa teniendo una cierta volubilidad, extraerla del recipiente usado para el proceso de mezcla con aceite de oliva y otros ingredientes y depositarla en un cajón de madera, previamente forrado con papel.
  • Antes de que el jabón resultante se haya puesto duro del todo (tras 24/48 horas), se puede cortar en trozos.
  • Dejar secar (proceso de “curación”) los jabones durante un mes. Una vez se han secado, el jabón está listo para ser usado a diario, tanto para la higiene personal como para la limpieza y desinfección de todo tipo de suelos y superficies.
😜😜😜😜😜😜😜😜😜😜😜😜